lunes, 21 de enero de 2008

Los bancos también botan

Emilio Botín saludó el fichaje de Manuel Pizarro como un gran acierto y asegurando que será un gran gestor. El viejo cántabro, del que nos dicen que sigue siendo tan sagaz como siempre, gusta meterse en política de la manera más peligrosa: hablando a destiempo, de lo que no es lo suyo, con frases lapidarias. A la cántabra, en resumen.

Ya en 1995 pidió el voto para el PP. Tal cual. Felipe González le respondió, en un inolvidable mitín, que la grandeza de la democracia es que el voto de Botín vale igual que el de Martínez, Rodríguez o López, que no tienen apellidos relacionados con la banca (esto último es mío). Un hombre, un voto. Aunque sea Botín. Sus relaciones con el actual ejecutivo del PSOE no han sido tormentosas. Quizás sea a que su imagen corporativa comparte colores con el partido político. O a mero oportunismo.

Recibió a Rodríguez Zapatero en su Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), donde tuteó al presidente. ZP, que es un quedabien, le devolvió el tuteo. "Presidente, me gusta mucho la apuesta que estás haciendo por el I+D". Y no debía estar mintiendo: su constructo Universia domina espacios crecientes en las universidades públicas, y si algo tiene el Santander es dinero, el que necesita la Universidad para ser competitiva y atractiva. A espuertas. También dijo que lo que necesita el empresario es optimismo económico, y que no era cierto que hubiese una crisis. Otro capote, pero que también le cubre a él.

O le cubría. A finales de año algunos medios publicaron una noticia que, al menos en lo que a mí respecta, provocó grandes carcajadas. "Botín fija como objetivo para 2008 que Santander supere a Citigroup". Tal cual. Una serie de circunstancias, bastante parecidas al sorpasso de Italia sobre Reino Unido en los ochenta, podrían provocar ese sin Dios, una contradio in terminis, una aberración. Por aquel entonces, y por un breve período, la economía italiana de Bettino Craxi superó en PIB a una Ingleterra en plena reconversión industrial. Lo que era presentado por la izquierda como el fracaso del modelo Thatcher no era más que sentar las bases de una reforma económica hacia la sociedad del conocimiento. Y ya ven donde está hoy Reino Unido y donde está Italia.

Con estos bancos ha pasado algo parecido. Botín se llenó la boca no tanto por méritos propios -que los hay-, como por demérito del mayor banco del mundo, Citigroup. La crisis de las hipotecas basura, que a nosotros no nos afectan. Bueno, entre ayer y lo que perderá hoy, el Santander debería replantearse sus objetivos. Y eso de que no hay hipotecas basura en España, ejem, ¿hay alguien que se lo crea? Visto el panorama, que a nadie le extraña que una vez más Botín se ponga a votar fuera de plazo. A pedir el voto. Porque botar de alegría lo tiene difícil. Crack de su banco, crack de su petrolera (Cepsa), crack del banco de su hija (Banesto), crack del banco de su hermano (Sabadell), crack de su banco en EE.UU (Sovereing) y futuro crack, y más duradero, de Bancomer y sus bancos de sudamérica. Al tiempo.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Un post excepcional, gracias por hacer revisión de todos los actores principales de estas elecciones. Se agradece en un país poco dado a ejercitat la memoria

Iñaki dijo...

Un post increíble. Y el de Pizarro igual

Es un auténtico placer leerte hablando de política, ciclismo o de lo que sea. Ya no queda gente así.

PD: no es el blog, pero discrepo profundamente de tu opinión sobre Gómez Peña y Urraburu, son dos grandes periodistas.

Jordi Peiró dijo...

Felicitats!
Vaja documentat que estàs!